Trasagrario y sacristía

El trasagrario

D-R-Trassagrario

El Trasagrario o camarín sacramentario es un lugar dotado de especial sacralidad, donde, separada de los fieles, en una morada misteriosa, casi inaccesible, y en un ambiente de misterio eclesial, se hace presente la Divina Presencia. Constituye una de las modalidades más características de la concepción del espacio en el barroco. Y aunque desde el siglo XV era costumbre en la Orden de los Cartujos dedicar una suerte de celda para ocultar al Santísimo detrás del altar mayor durante e incluso después de las ceremonias litúrgicas de la misa conventual y del oficio coral, la construcción de un trasagrario tal vez se deba a esta reforma del barroco.

 

El de Valldecrist tenía cúpula, linterna y ventanas primorosamente realizadas con pinturas de grutescos y a candelieri en la media naranja y profusión de molduras de yeso pintadas de colores y abundante pan de oro, así como lienzos en sus paredes.

La sacristía

D-R-Sacristia

La Sacristía es el primer edificio que se renueva para modificar su estilo arquitectónico durante la tercera fase constructiva (1598-1666). Se amplió la superficie y se le dio un tratamiento decorativo acorde con los nuevos tiempos, aunque se respetaron las bóvedas de crucería. Se accedía a este Altar de Reliquias a través de una puerta decorada en su interior y exterior con doce pasajes de la Vida de San Bruno, obra de Bauzá. En ella se custodiaba la preciada colección de reliquias, el Altar de las Reliquias, que atesoraba el monasterio, si hemos de hacer caso a la descripción que de ellas hizo Jaime Villanueva en su visita a la Cartuja de Valldecrist.

- En la sacristía se custodiaba la preciada colección de reliquias, el Altar de las Reliquias, que atesoraba el monasterio. -