Claustro Mayor

El claustro mayor

D-R-Claustro-mayor

El Claustro Mayor, el yermo o desierto instituido, es el elemento arquitectónico que distingue a una cartuja del resto de monasterios. Se trata de un espacio concebido para albergar a una comunidad de ermitaños. En su construcción intervinieron los mismos maestros, directores de obra y arquitectos que en las obras de la iglesia mayor. Se resolvió con bóveda de crucería, al igual que todos los pasos porticados de los que se tiene noticia. La galería tenía en su parte interna una doble arcada de piedra: la interior formada por columnas y arcos escarzanos (de los cuales se conservan algunos en Segorbe y Altura), apoyados sobre un antepecho; y la arcada exterior construida con pilares contrafuertes y arcos rebajados.

 

La crucería salía directamente de la pared sin aristas ni apoyo en ménsula. Existían 41 columnas por panda (contando las dos semicolumnas de cada extremo), lo que hace un total de 164 columnas.

 

El pavimento del deambulatorio se realizó con losas de 15 cm. de espesor, dispuestas en losange, alternando calizas blancas con azules. En los ángulos de los corredores había cuadros atribuidos a José Vergara.

 

El acceso al desierto, al rigor de la clausura, estaba flanqueado por una portada de piedra, que se cerraba con dos grandes hojas de madera dorada, que actualmente constituyen la puerta barroca de la Capilla del Salvador de la catedral de Segorbe.

 

El claustro estaba dividido en dos zonas: la occidental, ocupada por el huerto, y la oriental, en la que estaba el cementerio, que fue consagrado en 1415. En la zona norte se enterraban los padres y en la zona sur los legos. Entre ambos cementerios había una gran cruz de piedra donada por Margarita Madriz, hoy conservada frente a la masía de Rivas (Altura) y, presidiendo el camposanto, la Capilla de Almas, erigida por Luis Mercader (1489-1491), en la que, probablemente, podría admirarse el Retablo de San Hugo del taller de los Osona.

- El acceso al desierto, al rigor de la clausura, estaba flanqueado por una portada de piedra, que se cerraba con dos grandes hojas de madera dorada, que actualmente constituyen la puerta barroca de la Capilla del Salvador de la catedral de Segorbe. -