Valldecrist en la sociedad de la época

Valldecrist en la sociedad de la época

Bajo la apariencia de esta pacífica existencia en la plenitud de la vida contemplativa, muchos monasterios medievales, y Valldecrist de una manera especial, además de reservas espirituales, se convirtieron en poderosos señoríos feudales. La Cartuja de Valldecrist está enmarcada entre los señoríos eclesiásticos conocidos por abadengos, puesto que su titular es un prior y pertenece a una orden monástica.

 

Como toda la economía medieval, la de Valldecrist fue fundamentalmente agrícola y ganadera. Durante los siglos XIV y XV, la actividad ganadera fue la predominante en la cartuja. Estructuró sus terrenos en zonas ganaderas, denominadas dehesas. La explotación ganadera tenía como finalidad exclusiva la obtención de lana. La cartuja poseyó telares y sastrería.

 

Respecto de la agricultura, durante los siglos XIV y XV la superficie cultivada era escasa. La conversión en centro agrícola importante se concretó a lo largo de los siglos XVII y XVIII con la ampliación de las tierras cultivadas, fundamentalmente, por la compra directa de tierras de cultivo o nuevas colonizaciones y la construcción de las masías para facilitar la explotación de estas nuevas tierras; introducción de nuevos cultivos (vid, olivo, algarrobo, cáñamo, maíz, morera, frutales y productos hortícolas) y la aplicación de nuevas técnicas (la expansión del regadío mediante construcciones de azudes y acequias).

 

La tendencia alcista de los precios agrícolas y la liberación del comercio con América son factores, también, que favorecieron el rápido crecimiento de la actividad agrícola en la cartuja.

 

La actividad agropecuaria generó un importante contingente de materia prima. La construcción de centros preindustriales y artesanales, que transformaran dicha materia prima en productos para la utilización directa, fue una necesidad perentoria. Para aprovechar la lana construyeron un batán, sirviéndose de la fuerza motriz del agua del manantial de la Esperanza, donde se fabricaban paños que, más tarde, en la sastrería del monasterio, eran convertidos en vestimentas. También poseyeron fábricas de papel que rentabilizaban la riqueza forestal de sus posesiones agrícolas; molinos, hornos y almazaras para la transformación del trigo y del aceite. Y talleres de herrería, carpintería, donde encontraban trabajo personas de los pueblos vecinos.

 

Esta actividad económica, evidentemente, generó una serie de relaciones sociales con los habitantes de los pueblos colindantes. Los cartujos, como dueños de los medios productivos, necesitaban mano de obra capaz de activarlos y ésta la encontraban, fundamentalmente, en los habitantes de su señorío. Este tipo de relaciones se concreta, por parte de la cartuja, en la oferta permanente o temporal de trabajo, en el arrendamiento de tierras en la cesión para su explotación de parcelas o servicios, etc.

 

Este rápido recorrido por el papel jugado por Valldecrist en la vida económica y social del territorio de su jurisdicción nos permite intuir la posibilidad de que existiera un importante sustrato donde el descontento encontrara caldo de cultivo y que, tras la exclaustración definitiva y posterior venta pública, podría explicar la rapidez y la magnitud del proceso de destrucción del monasterio.

- La Cartuja de Valldecrist está enmarcada entre los señoríos eclesiásticos conocidos por abadengos, puesto que su titular es un prior y pertenece a una orden monástica. -